Estos son diez de los más insufribles dolores que hay

El dolor es una percepción personal e intransferible porque está condicionado por las características biológicas y emocionales de cada individuo, además de estar moldeada por su propia historia y su cultura. En otras palabras, no hay dos dolores iguales y nadie puede describir con exactitud el dolor de otro.

En ese contexto no cabe duda de que el dolor es una experiencia subjetiva y, por lo tanto, muy difícil de cuantificar, al punto que una experiencia dolorosa que a alguien le pueda resultar insoportable, para otra –en las mismas condiciones– la puede calificar como tolerable o insignificante.

Sin embargo, al recopilar experiencias clínicas y personales parece existir consenso en torno a una serie de dolores que pueden clasificarse entre los mas intensos, y quienes los han padecido –con las excepciones de rigor– manifiestan siempre su deseo de no volverlos a experimentar jamás.

Categorizados como “insufribles”, más por su intensidad que por su duración, los siguientes dolores pueden encabezar la lista de los más severos que pueden llegar a sentir los humanos sin distingo de ninguna clase.

Es conveniente decir que aunque algunos teóricos son proclives a elaborar un ránking de dolor, en este caso, y en armonía con la subjetividad que los define, se presentan los siguientes tipos de dolor como integrantes de una sola categoría: los más intensos entre los intensos.

Cólico renal

Es un dolor repentino que se percibe en la espalda y se proyecta a la parte baja del abdomen siguiendo el trayecto de la región inguinal. Se describe como una sensación insoportable que tiende a cortar la respiración, a invocar el grito y la queja, que impide cualquier otro tipo de pensamiento y que obliga a encorvar el cuerpo y a permanecer en una quietud suprema. Se acompaña de escalofrío, náuseas y, en ocasiones, desvanecimiento.

Se produce por la obstrucción de las vías urinarias, principalmente por cálculos que se desprenden desde el riñón y tienden a bajar por los conductos hacia la vejiga y el exterior. Es un tránsito en el que por donde pasa o se queda la piedra emite la señal de que algo se desgarra.

Trauma testicular

Los testículos están clasificados dentro de los órganos más sensibles por su elevada presencia de fibras nerviosas. Un golpe directo en esta zona causa un dolor que puede llevar a la inconsciencia; además, al impactar sobre sus estructuras se desencadenan reacciones del sistema nervioso autónomo que generan náuseas, sudoración y hasta síncope.

Infarto cardíaco

Aunque hay infartos que cursan sin dolor, quienes lo han experimentado lo describen como una opresión comparable a la “pisada de un elefante sobre el pecho”. En los casos más severos se acompaña de aumento de la frecuencia cardiaca, sudoración, angustia y una sensación inminente de muerte.

Dolor de cabeza en racimos

Es una punzada intensa que se instala en una zona de la cabeza y va creciendo hasta comprometer la cara y parte del cuello, al punto que impide cualquier actividad y pensamiento que no sean en función del dolor. Su duración es variable y cada episodio puede ir desde 15 minutos hasta varias horas, con el agravante de que puede repetir en cualquier momento.

Dolor por quemaduras

Las quemaduras son catalogadas como una fuente de dolor intenso en razón del alto grado de inervación sensitiva que tiene la piel (el órgano más grande del cuerpo). Pero las quemaduras más profundas, y que comprometen otras estructuras como los músculos, la envoltura de los huesos y los troncos nerviosos, pueden multiplicar el dolor y convertirlo en uno de los peores. Ardor, corrientazo y la sensación de desgarro interno que no cede, son algunas de las descripciones que de él hacen quienes lo han padecido.

Dolor de muela

El dolor en los dientes de cualquier origen puede ser tan intenso que es considerado el referente para medir la efectividad de los analgésicos; sin embargo, el producido por la presión que ejercen las muelas del juicio (las cordales) en su erupción ha sido relacionado como el de mayor de este tipo. Hay quienes al intentar compararlo, cuantifican este dolor como la tercera parte del que provoca el cáncer en los huesos.

Neuralgia del trigémino

El trigémino es uno de los nervios más largos de la cabeza y es el que responde por la sensibilidad de la cara. La neuralgia del trigémino es uno de los dolores más extremos soportados por el hombre. Es un dolor que puede aparecer en cualquier momento y sus causas son diversas; dentro de ellas están las virales, las inflamatorias y las autoinmunes. Puede durar segundos o varios minutos durante los cuales los pacientes quedan paralizados de dolor. En los casos más graves éste puede convertirse en intenso y constante, al punto que es descrito como una descarga eléctrica intensa en un lado de la cara. Su impacto es tan severo que antes de que aparecieran tratamientos para atenuarlo podía incluso desencadenar el suicidio de los afectados.

Dolor de parto

El estiramiento, la tensión y la contracción de todas las estructuras pélvicas y aledañas durante el proceso del parto, estimulan mecánicamente miles de terminaciones nerviosas, lo que sumado a la acción de muchas sustancias sobre eso receptores, provocan un dolor intenso de características agudas.

Algunos lo equiparan con el dolor que producen 20 fracturas de huesos a la vez. Es calificado como uno de los dolores más intensos a los que se expone el cuerpo femenino, al punto que se toma como referencia para decir que las mujeres están mejor equipadas para tolerar esta percepción, sobre la base de que los hombres no lo resistirían.

Dolor por cáncer en los huesos

Está considerado como el cáncer más doloroso de todos. En estados avanzados puede provocar pérdidas espontáneas de conocimiento. Se describe como una fuerte presión que se siente de adentro hacia afuera, que no cesa.

La sedación, altas dosis de narcóticos, los bloqueos nerviosos y las radiaciones forman parte de las herramientas para tratarlo; lamentablemente, no siempre con éxito.

Dolor por lesiones músculo-esqueléticas

De manera arbitraria pueden incluirse en este grupo las rupturas de tejidos blandos de soporte, como ligamentos y tendones, al igual que las fracturas de huesos. De acuerdo con el sitio anatómico y el tamaño de la estructura la intensidad del dolor puede variar, aunque siempre es calificado como uno de los más severos.

Fuente: www.eltiempo.com