La era del medicamento para todo

Médicos e medicamentos. Que nos receitan e por que. Con este título el catedrático Adolfo Figueiras y el profesor titular Francisco Caamaño, ambos especialistas en medicina preventiva en la Facultad de Medicina de Santiago, desgranan en una publicación las carencias de los ensayos clínicos que testan los fármacos, las presiones directas o indirectas de los laboratorios, las demandas de los pacientes, la formación y actualización de los médicos y todos aquellos factores que llevan a la prescripción de medicamentos, algo de lo que Galicia y en general España saben bastante. No en vano, el mercado farmacéutico español es el séptimo del mundo.

El libro, del servicio de publicaciones de la USC que dirige Juan Blanco Valdés, pretende ser un documento constructivo. Y de ahí que los expertos en salud pública propongan diez principios para que la prescripción de medicamentos sea más eficiente. Entre ellos, que la actualización de los médicos corra a cargo de instituciones independientes y no de la industria farmacéutica, como ocurre en gran medida ahora; o que el sistema sanitario no permita que los laboratorios utilicen sus instalaciones «e o tempo dos seus profesionais» para hacer promoción de sus productos.

Proponen los autores un organismo independiente y público para velar por la seguridad de los fármacos tras su comercialización diferente al que los autorizó, y remarcan que los genéricos tienen la misma eficacia y seguridad que el medicamento original. Finalmente, otras normas mínimas que apuntan son fundamentar la prescripción de una novedad terapéutica y racionalizar la oferta de medicamentos.

Una pastilla y un cocido

Los autores ejemplificaron perfectamente en la presentación del libro por qué a veces se produce esta sobreprescripción, mientras que en ocasiones otras patologías están infradiagnosticadas: «O fármaco non pode ser un substituto da mellora do estilo de vida». ¿Y por qué a veces lo es? «É máis sinxelo tomar un medicamento anticolesterol despois dun cocido que renunciar a un cocido», explican. El libro recoge estudios que concluyen que el médico que trabaja en equipo prescribe menos y que a mayor tiempo para atender al paciente menor es la prescripción.

Ponen el foco además en las novedades terapéuticas, medicamentos más costosos que aunque estén perfectamente probados antes de salir al mercado deben prescribirse con precaución, porque hay efectos adversos que no pueden comprobarse en menos de 5 o 10 años o en grupos de pacientes reducidos como ocurre en el ensayo clínico. Además, solo entre el 5 y el 15 % de los fármacos que salen al mercado son auténticas innovaciones clínicas.

Y apuntan un debate más: la medicalización de la vida, con el riesgo de convertir procesos normales en problemas médicos o riesgos en enfermedades.

 

Fuente: www.lavozdegalicia.es