Las úlceras se consideran soluciones de continuidad por necrosis como mínimo de la epidermis y dermis, originadas por insuficiencias arteriales, venosas o factores neuropáticos, de ahí  que habitualmente se escuchen los términos: úlcera por presión, úlcera vascular o úlcera de pie diabético. A continuación definiremos cada uno de ellos:

ÚLCERA POR PRESIÓN:

Se produce por el ejercicio de una presión prolongada entre dos planos duros, generalmente uno óseo, y otro externo al paciente, como puede ser una cama, un sillón, etc. En la imagen pueden apreciarse, según la posición, las áreas susceptibles de presentar esta lesión.

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¿CÓMO PREVENIR LAS ULCERAS POR PRESIÓN?

  • Examinar frecuentemente la piel del cuerpo para detectar puntos de presión.
  • Realizar cambios posturales cada 2-3 horas si la movilidad y actividad están comprometidas.
  • Mantener el alineamiento corporal y la distribución del peso.
  • Mantener la piel limpia, hidratada y seca.
  • Realizar masajes superficiales tipo caricia, en la piel que recubre prominencias de los huesos  como caderas, rodillas, codos.
  • Evitar en las sábanas de la cama arrugas o pliegues.
  • Evaluar la necesidad de elementos auxiliares para proteger puntos de presión como cojines, almohadas, protectores para talones y codos y colchones antiescaras.
  • Promover un buen estado nutricional

 

ÚLCERAS VASCULARES:

Su origen se encuentra en un trastorno circulatorio que suele manifestarse a nivel periférico, más frecuentemente en las extremidades inferiores. Diferenciamos entre úlceras venosas, originadas por una deficiencia en la circulación venosa, que provoca acúmulo de sangre, éxtasis, y por consiguiente aumento de presión en la zona, y úlceras arteriales, que aparecen como consecuencia de un déficit de riego sanguíneo y procesos isquémicos crónicos.

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¿CÓMO TRATAR LAS ÚLCERAS VACULARES?

 

Para las úlceras venosas, son útiles medidas que favorezcan el retorno venoso como el mantenimiento de la pierna en alto, el ejercicio discreto con movilización del tobillo o de los músculos de la pierna, y el uso de medias de compresión elástica.

Se aconseja limpieza y desbridamiento frecuente de la úlcera.

En las úlceras arteriales es útil la limpieza con suero fisiológico, agua destilada o agua del grifo potable (agua hervida y enfriada es una alternativa viable como solución limpiadora), pero está contraindicado el vendaje elástico y las piernas deberán colocarse “en pendiente” durante el descanso para favorecer las irrigación de las áreas distales.

ÚLCERA DE PIE DIABÉTICO:

 Se localizan en el pie, secundarias a neuropatía y/o angiopatía de origen metabólico.

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CONSEJOS PARA EVITAR LESIONES EN EL PIE DIABÉTICO

  • Utilizar zapatos amplios, confortables y bien acolchados. No demasiado holgados para evitar zonas de roce o fricción.
    • Medias y calcetines de fibras naturales, sin fijaciones fuertes ni costuras. Evitar dobleces y uso de ligas o gomas de sujecón que puedan comprimir.
    • Lavado diario de los pies con agua tibia o fría durante 5 minutos. No se mantendrán a remojo para evitar la maceración. Se aconseja el uso de jabones con pH ácido.
    • Inspección diaria de los pies, revisando especialmente los talones, la zona plantar y los espacios interdigitales.
    • Secado minucioso, especialmente entre los dedos, con toallas o paños que no sean rugosos para evitar la fricción.
    • En el caso de callosidades, sequedad o grietas, aplicar cremas hidratantes compuestas de glicerinas, evitando la aplicación en las zonas interdigitales para evitar micosis y maceraciones. No aplicar callicidas así como cortar o tratar los callos u otras lesiones de los pies. Deben ser revisados por un podólogo.
    • Preferible no cortar las uñas, sino limarlas, quedando sus bordes rectos.
  • Nunca caminar descalzo sobre cualquier tipo de superficie o piso.
  • Evitar el uso de mantas eléctricas o bolsas de agua caliente.
  • Caminar a diario y evitar el hábito tabáquico.