Se recuperan los dos estadounidenses enfermos de ébola

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Los dos misioneros estadounidenses que eran tratados por ébola desde hace tres semanas en una sala de aislamiento de un hospital de Atlanta (EE.UU.) fueron dados de alta, anunció hoy el equipo médico a cargo de su tratamiento.

Kent Brantly y Nancy Writebol abandonaron el hospital luego de que se determinara que ya han superado la enfermedad y no representan «un peligro» para la comunidad. «Después de llevar a cabo un riguroso proceso de tratamiento y pruebas, el equipo médico ha determinado que ambos pacientes se han recuperado del virus del ébola y pueden volver a sus familias y comunidades sin preocuparse de contagiar la infección a otros», dijo en rueda de prensa el director médico de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Emory de Atlanta, Bruce Ribner.

Ébola

El propio Brantly, de 33 años, compareció ante la prensa poco después de abandonar el centro médico, donde ha recibido un tratamiento experimental nunca antes probado en humanos. «Estoy emocionado de estar vivo y estar bien, y poder volver a reunirme con mi familia», dijo Brantly, que permaneció internado en una sala de aislamiento especializada del hospital, uno de los cuatro en todo el país que cuentan con infraestructura y equipo para tratar enfermedades altamente contagiosas. «Durante las últimas tres semanas, ustedes han sido mis amigos y mi familia. Nunca los olvidaré y todo lo que han hecho por mí», dijo el misionero al personal médico que lo atendió y al que abrazó antes de dejar el recinto.

El médico viajará a un lugar no identificado con su esposa e hijos, con los que no había tenido contacto directo desde que se dio cuenta de que se había contagiado con la enfermedad hace casi un mes. Por su parte, Writebol, de 59 años, fue dada de alta este martes, aunque pidió al equipo médico que no informase de su salida del centro médico antes de la conferencia de prensa de hoy. «Nuestra prioridad es el bienestar de los pacientes y ella nos pidió no anunciarlo», indicó Ribner, responsable del equipo de 5 médicos y 21 enfermeras que trató a ambos pacientes.

Brantly y Writebol fueron trasladados desde Liberia a Atlanta en un avión ambulancia a comienzos de este mes, repatriación que fue coordinada con agencias federales y estatales, entre ellas los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), cuya sede se encuentra a escasos metros del Hospital Universitario de Emory. Ribner expresó su satisfacción por la recuperación de los dos pacientes, los únicos estadounidenses tratados por la enfermedad en suelo americano hasta ahora. Declinó dar detalles acerca del tratamiento que recibieron ambos pacientes mientras estuvieron internados en el centro médico, aduciendo razones de privacidad, pero señaló que están trabajando con otras agencias y organizaciones para dar a conocer las prácticas que hicieron que el tratamiento fuera exitoso y con ello poder ayudar a otros enfermos.

Mientras todavía estaban en Liberia, Brantly y Writebol recibieron tratamiento experimental con el suero experimental ZMapp que hasta ahora no había sido probado en humanos. «No puedo comentar acerca del tratamiento recibido los pacientes, pero sabemos que antes de ser trasladados (a Atlanta) recibieron un tratamiento experimental que no había sido usado antes y por lo tanto no podemos saber si fue un factor en su recuperación», dijo Ribner. Además de los estadounidenses, el religioso español Miguel Pajares recibió este medicamento, aunque no pudo superar la enfermedad y falleció el pasado día 12, pocos días después de ser trasladado a Madrid.

Tres médicos en Liberia se convirtieron en los primeros africanos en recibir una dosis del medicamento ZMapp, y, de acuerdo con reportes oficiales, han mostrado «señales significativas de mejoría». La empresa que produce el medicamento, Mapp Biopharmaceuticals, indicó recientemente que había «agotado» las dosis de ZMapp disponibles. El brote de ébola que hasta ahora ha afectado a Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria ha causado al menos 1.350 muertes, de acuerdo con las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 Fuente: www.lavanguardia.com