¿Qué es la fractura de escafoides?

El escafoides es uno de los huesos más pequeños en la muñeca, forma parte de la primera fila del carpo.

El escafoides está ubicado en el lado de la muñeca que corresponde al dedo pulgar, en el área donde la muñeca se flexiona, esta fractura ocurre con gran frecuencia. En muchas oportunidades no se diagnostica a tiempo si no se piden las pruebas radiológicas adecuadas, ya que puede que no se vea en la radiografía.

Los hombres entre 20 a 30 años son quienes tienen más probabilidad de sufrir esta lesión,

¿Qué causas provocan la fractura de escafoides?

Aunque existen muchas causas para la fractura de escafoides, la más común suele ser a causa de una caída en la que el paciente se haya apoyado en la mano al llegar al suelo, provocando así hiper extensión con el peso que recae sobre la palma de la mano.

Este es el motivo por el cual la lesión puede ser no tan visible, ya que proviene de caídas y en muchas ocasiones queda enmascarado por el dolor del golpe, haciendo así que el paciente no le de importancia.

¿Qué síntomas tiene la fractura de escafoides?

Los síntomas más habituales de la fractura de escafoides son:

  • Dolor en la muñeca.
  • Dolor al presionar sobre la articulación.
  • Molestia al agarrar los objetos.
  • Hematomas y entumecimientos en la mano.
  • Inflamación de la base del pulgar.

También cuando una fractura de escafoides no se detecta, la muñeca va sufriendo una degeneración progresiva del cartílago y de todas las articulaciones, es por esto que el diagnóstico oportuno  es fundamental.

¿Qué tratamientos hay para la fractura de escafoides?

El tratamiento de la fractura de escafoides dependerá de donde se sitúe dicha fractura y de quién gestione el diagnóstico.

En el caso que el proceso lo lleve un fisioterapeuta los posibles tratamientos serían los siguientes:

  • Inmovilización, se extiende desde el antebrazo hasta la mano incluyendo el pulgar.
  • Crioterapia, para reducir inflamación y dolor.
  • Movilizaciones pasivas de los huesos del carpo, radio y cúbito.
  • Movilizaciones globales de la muñeca.
  • Fortalecimiento de la musculatura intrínseca de la muñeca.
  • Electroterapia.
  • Láser y ultrasonido terapéutico.
  • Ejercicios  de estabilidad de muñeca.

En general una operación es la mejor solución.

La operación además da la oportunidad de que el tiempo de reposo sea menor ya que la recuperación de la agilidad en la mano es bastante tediosa.